El maltrato infantil es un tema tabú en la sociedad moderna. Muchos creen que sólo existe maltrato si hay violencia física, o algún tipo de abuso corporal.
Pero el maltrato verbal, es una de las principales causas de sufrimiento que los adultos ejercen sobre los más pequeños.
Y estos temas no deberían estar prohibidos. Deberíamos buscar la raíz, tratando de indagar en las posibles causas que llevan a la gente adulta a dañar a estos inocentes.
- "ahora los niños vienen terribles, muy despiertos y no se los puede frenar", -"tienen grandes derechos y nos toman el tiempo. En mi época se arreglaba de otro modo", son algunas de las excusas de hoy en día.
Toda justificación de esa índole, seria aceptable, para describir, subjetivamente, un escenario de lo que sucede actualmente.
Pero NO para desenfocar el verdadero problema que tienen los niños "estar sujetos a la voluntad, a los errores y aciertos de sus mayores". Los cuales muchas veces lo hacen con gran consciencia, responsabilidad y amor; y otras, con falta de coherencia, agresión y culpabilidad, por no superar su crecimiento espiritual, en el momento adecuado.
Por lo tanto, los pequeños son la fuente de inspiración de sus descargas y falencias, miedos e inseguridades. Fuente de sus maltratos, a veces sutiles y en otras ocasiones, desafortunadamente, bruscos y severamente dañinos.
Si nos remontamos al momento de la gestación de los nuevos seres, podemos encontrar padres muy deseosos de desempeñar el desafío de la labor tan delicada y majestuosa como es convertirse en progenitor.
Claro está que a la vida no se llega con un manual, pero si llega con dos factores importantes e indispensables: la bondad 'el buen corazón' y el amor. Ubicados en el interior del ser humano. nadie es ajeno a ellos, aunque luego la vida, a muchos los desconecte de estas virtudes, están siempre allí en estado silencioso, esperando ser encendidas nuevamente.
Ahora bien, una vez recibida la criatura en el hogar, comienza a sentir y a percibir todos los estímulos, las demostraciones y las emociones de los que lo rodean; como a su vez, explorar su propio mundo y descubrir sus sensaciones.
En esos años, cualquier experiencia, tanto sea positiva como negativa, quedará guardada en su interior, cual cicatriz del alma.
Y luego se convertirá en un adolescente o peor aun, en un adulto con carencias de diversas índole, ya que los encargados de su crecimiento han aportado o no, a favor de éste. Y con ello, no es cuestión de culpar a nadie. Pero si de tomar consciencia.
Caer en la magnitud de lo que significa, el no frenarse a tiempo cuando le hablas o obras con un niño. Por ejemplo, excediendote en cometarios inapropiados para su corta edad; cuando lo comparas permanentemente con el 'parámetro' de niño ideal que tienes en mente. Cuando lo amenazas con dejarlo sin algo que le agrada, sino te obedece. Cuando lo insultas, incluso a modo de broma, y este pequeño se acostumbra a las palabras inapropiadas y luego las utiliza como parte de su vocabulario, trasladandolo a su pequeño entorno. También cuando lo castigas con severidad sistemática, y no escuchas sus razones o no observas su comportamiento real. Cuando le haces sentir al niño que es una obligación y que tu cumples con él. Cuando descargas enojos ajenos y lo haces sentir una carga. Cuando no lo escuchas, por más que te hablé de sus cosas. Cuando resaltas sus errores constantemente, rechazandolo.
Cuando le pones metas altas a cumplir para satisfacer tus propios errores.
Estas son sólo algunas situaciones, que provienen del maltrato verbal; que en muchos casos deriva en maltrato físico, luego del verbal.
Las consecuencias: niños tristes, inseguros, atormentados, asustados a vivir, carentes de amor. Buscadores de escapismos, creadores de recursos innecesarios para llamar la atención de algún adulto. Niños mal estimulados, agresivos, desarrollando conductas inapropiadas psicológica y emocionalmente hablando para su corta edad.
Creemos muchas veces que la vida es una casualidad y que "nos toco" un hijo de un modo o de otro.
Claro está que cada ser humano gestará su propia individualidad. Pero los niños son un papel en blanco. Necesitando de amor, y bondad principalmente. Es lo que los hará adultos conscientes. Les ahorraremos pasos si podemos entender esto.
No es cuestión de alarmarse, si de "despertar",
Donde viva un niño, que un adulto sea capaz de ser responsable y estar atento.
Seamos conscientes que en esta etapa de la evolución humana, ya no podemos tirar la mugre debajo de la alfombra y hacer como si nada sucediera. Ya no se puede culpar a los avances tecnológicos, o a las instituciones.
Reflexionemos ¿que hacemos como referentes adultos en casa?, preguntate: ¿cuánto los escucho verdaderamente con el corazón y mis oídos abiertos? ¿Cuanto tiempo me dedico a darle una explicación detallada de un tema que no entienden? ¿cuántos de mis besos y mis caricias secan sus lágrimas? ¿por que los castigos deben ser severos, si lo que me pide a gritos es un abrazo?
La BONDAD y el AMOR son las únicas lecciones que un niño NO OLVIDARÁ JAMÁS.
EDUCA con tu ejemplo así tendrá a su HÉROE en CASA.
NO MAS VIOLENCIA VERBAL. NO MAS VIOLENCIA FÍSICA NI PSICOLÓGICA INFANTIL.
No ABUSES DE su FRAGILIDAD.
por María Gonzalez
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